Los tratamientos no permanentes con rellenos dérmicos son uno de los tratamientos de estética más demandados en España...!
Uno de cada cinco españoles admite que accedería a un tratamiento inyectable en el futuro y, en el caso de llegar a hacerlo, encontrará que existe una gran variedad de rellenos dérmicos con distintos usos. Pero lo que es común es que los pacientes buscan ante todo calidad, duración y resultados naturales.
Por otro lado, los motivos por los que los pacientes acuden a este tipo de tratamientos son variados, pero podríamos destacar, entre otros, corregir los efectos negativos de la edad, sentirse cómodos con su aspecto y reforzar su autoestima.
¿Qué son los rellenos dérmicos?
Los rellenos dérmicos son tratamientos no permanentes que se utilizan para los labios y la zona perioral, en concreto para aumentar el volumen de los labios, destacar el borde bermellón, minimizar las líneas periorales y definir y esculpir los labios. Con estos tratamientos se pueden solucionar problemas como alisar las líneas finas tipo “código de barras” alrededor de los labios, tratar las comisuras de la boca o sustentar las líneas de “marioneta” hasta la barbilla.
Actualmente la tendencia es que los rellenos dérmicos estén compuestos de elementos biodegradables que aportan una mayor seguridad, como por ejemplo el ácido hialurónico (un azúcar que produce nuestro organismo de forma natural). Por otro lado, la última novedad es que también incluyan lidocaína, un anestésico local que mejora la comodidad del paciente y produce una hinchazón mínima.
¿En qué momento conviene recurrir a un tratamiento con relleno dérmico?
El momento ideal para recurrir a este tipo de tratamientos es algo personal, que depende mucho de la percepción y sensación que el paciente tenga en ese momento de su aspecto. Pero no siempre hace falta esperar a que aparezca el problema.
Es una realidad que determinados gestos hacen que, poco a poco y con el paso del tiempo, se vayan marcando más arrugas y líneas de expresión a partir de los 25 años en distintas zonas del rostro y la zona perioral. Para evitar esos efectos, se puede recurrir también a los rellenos dérmicos de manera preventiva. De esta manera se irá mitigando el efecto que nuestros propios gestos van dejando en nuestra cara y, por otra parte, la cantidad y asiduidad de un posible tratamiento en el futuro será menor.
¿Qué hay que buscar en un relleno dérmico?
Antes de realizar un tratamiento con relleno dérmico, lo fundamental es consultar con el especialista cuál es el tratamiento que mejor se ajusta a nuestras necesidades y cuáles son los resultados que se pueden esperar del mismo.
Como apoyo a este tipo de consulta, existen distintas escalas de graduación de labios (de labios llenos, de volumen y atrofia, de arrugas labiales, de marioneta) que facilitan la decisión sobre cuál es el tratamiento más adecuado.
Por otro lado, en cuanto al relleno, es importante comentar con el especialista una serie de detalles que son los que garantizarán la seguridad y eficacia del tratamiento. Las preguntas clave de las que es importante tener respuesta serían:
- ¿Qué marcas se utilizan y por qué?
- ¿El producto tiene una investigación y práctica clínica probada?
- ¿Confía usted en el fabricante y por qué?
- ¿Qué uso se hace del producto en todo el mundo?
- ¿Cuál es la satisfacción de sus pacientes con los resultados?
Por otro lado, es importante también comentar ciertos aspectos del relleno dérmico a utilizar, que pueden influir en la satisfacción global con el tratamiento:
- Duración del tratamiento (en torno a los 12 meses).
- Es o no un producto que se integra fácilmente en el tejido.
- Facilidad de aplicación para reducir la inflamación de la zona.
- Resultado final con aspecto natural.
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. Fuente: http://www.mujerdeelite.com/
